• LatinNCAP reveló graves atrasos en materia seguridad

    Ing.Alejandro Furas, Director Técnico Global NCAP

    Fuente: Revista ACCHI – N° 41
    La última versión del evento LatinNCAP encendió las alarmas. En este evento, que desde 2010 somete a prueba de choque a los vehículos comercializados en América Latina para analizar sus estándares de seguridad, se examinaron ocho de los vehículos más vendidos de la región, y cuyos resultados revelaron que los niveles de seguridad de los vehículos se encuentran 20 años atrasados respecto a los países industrializados.

    Parte de las conclusiones que arrojó esta tercera edición es que los vehículos ensamblados en la región están muy lejos de sortear las normas de seguridad que tienen las pruebas europeas (Euro NCAP) y la gran diferencia radica en los materiales usados para la construcción del habitáculo. En un choque del mismo impacto, los latinoamericanos tienden a deformarse más que los europeos, siendo la fragilidad de las carrocerías y la ausencia de airbags los factores de riesgo más alarmantes.

       “Los modelos de América Latina mostraron protección más pobre que el mismo modelo para Europa, incluso con igual equipamiento.

    Hemos visto modelos que se ven idénticos a modelos de Europa pero en el crash test se comportan en forma diferente. Estas diferencias no sólo refieren a equipamiento, sino que también al comportamiento de las estructuras de los autos, debido a que están construidas con diferentes materiales o proceso de construcción diferenciados”, sostuvo el director técnico e ingeniero uruguayo del Global NCAP, Alejandro Furas, quien estuvo en nuestro país a comienzos de febrero por invitación de Automóvil Club de Chile (ACCHI).

    Para esta versión, los modelos analizados fueron el Polo y Bora, de Volkswagen; Fluence y Sandero de Renault; J3, de JAC; Etios, de Toyota; New Fiesta, de Ford y City, de Honda. Todos estos vehículos fueron sometidos a una prueba de choque con impactos frontales, a una velocidad de 64 kilómetros por hora, contra una barrera deformable y en todos los ensayos se ubicaron dos simulaciones de personas adultas o dummies (conductor y copiloto), y otros dos que simulaban la presencia de un niño de 18 meses y uno de tres años; ambos sentados en sillas para niños recomendadas por los fabricantes de los autos. Tras los resultados de impacto, el organismo certificó que en la región no se exigen mecanismos de seguridad básica en los vehículos que se comercializan.

    LatinNCAP-foto

    Éstos resultan ser los más inseguros ante un siniestro de tránsito y, precisamente, son los más económicos y accequibles para un consumidor promedio, donde la seguridad no es una condicionante a la hora de adquirir un vehículo nuevo.

    Según comentó Furas, quien está a cargo de seleccionar, testear e inspeccionar los vehículos que se fabrican y comercializan en el mercado latinoamericano y asiático, “el consumidor tiene el desafío de hacer valer su preferencia en un mercado del cual son rehenes de tener que pagar más por más seguridad. Esto no debería suceder. LatinNCAP es de la idea que todos los autos que se vendan en el mercado deben contar con un mínimo de seguridad ofrecida a los ocupantes. Tampoco pedimos que sean todos 5 estrellas, aunque nos gustaría. Sólo exigimos que cumplan normas técnicas de las Naciones Unidas, que velan por la seguridad de los ocupantes en choques frontal y lateral, llamadas ECE94 y ECE95, respectivamente”.

    Ver resultados en www.latinncap.com

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