• Conducción Nocturna

    De acuerdo a estadísticas accidentológicas, el riesgo de conducir de noche se multiplica por 3.

    Cuatro de cada diez accidentes de tránsito mortales se producen de noche, a pesar de que el tránsito disminuye alrededor de un 60% durante las horas nocturnas.

    Esto se debe a que en circunstancias de escasa luminosidad se reduce el campo de visión y también la agudeza visual del conductor en un 70%. El 90% de la información que recibimos al conducir nos llega a través de la vista, de ahí que las condiciones visuales sean determinantes para un buen rendimiento como conductor. Durante la conducción, existen factores visuales que resultan fundamentales como la agudeza visual, la visión de profundidad, la visión periférica, la visión de los colores y muy especialmente, la adaptación a los cambios luminosos y a la oscuridad.

    Pero hay que tener en cuenta que todas aquellas alteraciones o enfermedades que produzcan una disminución o la falta de uno o más de estos aspectos, darán lugar a una visión más pobre y con ello, una mayor dificultad para calcular las distancias, la velocidad, sufriendo una mayor fatiga visual.

    A todo ello hay que sumar el hecho de que durante la noche, todas nuestras capacidades quedan reducidas, sobre todo la agudeza visual que es hasta un 70% menor que cuando conducimos con luz diurna. Estas son algunas de las razones (junto con la fatiga, el alcohol, las drogas, la velocidad, la falta de reflejos y las condiciones atmosféricas) que explican por qué se producen accidentes más numerosos y más graves durante la noche.

    Resulta mucho más peligroso que la conducción diurna, entre otros motivos por:

    La difícil percepción y reconocimiento de los objetos y colores; Los peatones vestidos con indumentaria no clara y los obstáculos u objetos oscuros son visibles a los 40 m, distancia aproximada correspondiente al alcance lumínico de las luces bajas del vehículo.

    Para ver bien durante la noche es preciso:

    Tener una buena visibilidad;

    Aprovechar las paradas de descanso para el mantenimiento de la limpieza tanto de los vidrios como de los faros delanteros y traseros. Recuerde que lo importante es Ver y Ser Vistos.

    Disponer de una buena iluminación;

    Todos los faros deben estar reglados y en perfecto estado.

    Durante la conducción nocturna debemos concentrar la atención y circular a velocidad moderada que permita detenernos dentro del espacio iluminado para percibir obstáculos y peligros y disponer de suficiente tiempo y espacio para resolver situaciones inconvenientes.

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